La tipeja se fue a Egipto de “yira” y se metió a hurguetear en la tumba de Tutankamón.
Entonces….
Le cayó la maldición del finado Faraón; que según cuenta la historia, y el presidente Mubarak la alertó, que todos los que vieron su rostro se pusieron recontra feuchos e doppo creparon.
Ella –la tipeja de yira- dudó como la mujer de Lot y se cagó de risa. Solo quería el oro de Tután…
Pero resulta que la maldición -dicen que es la paponia de cierta-, y que en pocos años va a quedar así…
Nuestras plegarias por Tutankamón…