“Recibid la tiara adornada con las tres coronas (que simbolizan los poderes imperial, real y sacerdotal), y sabed que sois el padre de los príncipes y de los reyes, quien gobierna el universo terrestre, el vicario de Jesucristo, nuestro Salvador, para quien es el honor y la gloria por los siglos de los siglos”.
Algo ha cambiado en nuestra iglesia…