No son tan nocivos los que están al divino botón, los que dejan pasar el tiempo sin hacer algo, como aquellos que usan el tiempo para hacer, decir o proponer pavadas. Estos últimos son mucho más nocivos. Es el caso de algunos legisladores que desgraciadamente nos representan. Hay algunos que no hablan nunca en las sesiones, ni trabajan en las comisiones, no me preocupan, son buenos para nada y entonces, como no hacen nada, son buenos. Me preocupan los que presentan proyectos de leyes más ridículos que Tarzán con bermudas.
Alguno de ellos impulsó, hace un tiempo, un proyecto para censar a las ratas, otro un proyecto para que se declare un día determinado como día nacional de la parrilla y ahora la nunca bien ponderada diputeada nacional Gloria Bidegain presentó un proyecto para que a las mujeres que ganen en los concursos de belleza en el país, no se la llamen más reinas sino representantes. Argumentó su propuesta en que hay que eliminar el lenguaje monárquico.
Esta muchacha no se ha dado cuenta que existe una palabra que se llama fantasía, que es una facultad de los humanos para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales, pero no están presentes y además, no se ha dado cuenta, esta muchacha, que la fantasía es muy importante en el la vida del tipo, porque sin ella no existirían los cuentos infantiles, gran parte de la literatura y la totalidad de las telenovelas.
No por decir “presente griego” estamos haciendo la apología de los invasores, no por decir “una obra faraónica” estamos apoyando la construcción de pirámides, no por decirle “mina” a una mujer estamos promoviendo la minería contaminante. No por decir “Mi Diosa” estamos alentando la formación de una nueva religión.
Seguramente no se ha pensado en lo ridículo que aparecería el cambio del nombre, porque de producirse deberíamos decirle a los Reyes Magos, Representantes Magos; al príncipe azul, representante azul; al Rey de la Papa Frita, Representante de la Papa Frita; a Patricio Rey, Patricio Representante.
¿Se imaginan a la famosa película de Disney el Rey León promocionada como el Representante León?. En el ajedrez podríamos escuchar “Jaque al representante” y las abejas obreras deberían encargarse de alimentar a la abeja representante.
Muchas frases que sonarían estúpidas, damos ejemplos: “A representante muerto, representante puesto”, “En el país de los ciegos el tuerto es representante”; “En mi casa representa la tranquilidad”.
Además, de tener éxito el propósito, nos arruinaría nuestra Fiesta de la Vendimia, porque se debería elegir Representante de la Vendimia, una soberana tontería. Las niñitas mendocinas que ansían ser reinas y se disfrazan de ellas, ¿Que van a hacer? ¿Cómo pueden disfrazarse de representantes? ¿El tradicional voto por todas las reinas va a pasar a ser "!Un voto para todas las representantes!”. Sería un verdadero despropósito ¿Y qué hacemos con la corona, ah? Ni lo piense porque no entra.
¿Qué hacemos con Cristo Rey? ¿Lo llamamos Cristo Representante?
En fin, nuestros legisladores son eso, nuestros representantes, y a pesar de que a no les guste el término no hay dudas que ellos viven a cuerpo de rey. Raro que una política este en contra del término cuando muchos de sus colegas siguen aferrados a feudos. Para nosotros todo lo concerniente a la Reina y la Vendimia es un pintoresco juego ¡Pobres de los pueblos que se olvidaron de jugar!.
Nota de Argentinidad: El vínculo para que se le vea la jeta a la "diputeada" Bidegain apareció en el Google, al igual que lo marcado en negritas es nuestro. ¿Es monárquico Jorge Sosa?.