Para que se sepa.
Regocijo y alerta La próxima beatificación del joven aborigen Ceferino Namuncurá, llenará de alegría profunda a los argentinos.
Se trata de un hecho tan magno y feliz, que de por sí enaltece y blasona la ocupación y la conquista espiritual de la Patagonia. Pero el conocido manejo izquierdista que actualmente bastardea la cultura argentina, ya ha empezado a enredar el acontecimiento llevando agua hacia el molino “indigenista”, impregnado de marxismo. Por de pronto no es insignificante calificar a nuestro venerable coterráneo como indio “mapuche”. Bien se conoce que esa denominación absolutamente falsa, esconde actualmente -como una palabra mágica- las peores acusaciones contra la civilización cristiana. Leyendas magnificadas o insidiosas de violencias, robos y exterminios; manejadas por todos los medios y por momentos creídas o repetidas a pie juntillas en los ámbitos más impensables. A veces una anécdota, acaso aparentemente desgajada de lo sustancial, puede servir de efectiva ilustración a las prevenciones:
Tropiezo Una estirada siesta da pie a tropezar -ése es el término- con un canal denominado “Encuentro”, que pertenece al Ministerio de Educación. El medio está regenteado entre otros por Daniel Filmus y Jorge Grinzburg. La memoria procura rescatar imágenes en tropel, en primer lugar recordando algo muy particular. Una impresionante obsesión indigenista, dirigida a ilustrar incisivas críticas a las raíces históricas de la Argentina… Desde la óptica aborigen -parececía- aunque con anteojos europeos (o más vidriosos aún) y perceptibles resabios ideológicos. Puede decirse honrando la estirpe criolla de tantos otros viejos argentinos. En cierto momento, una música tétrica -precedida de inconfundibles taconeos nazis- enmarca la exhibición estremecedora de gran cantidad de cráneos encerrados en el armario de un modesto museo. Si no se oía mal, era una colección arrimada a Estanislao Zeballos, “amigo de los militares” e “ideólogo de la Conquista del Desierto” que ocasionó el exterminio. En otra parte recuerdan la cabeza de Mariano Rozas, guardada como un trofeo. Pero felizmente, en distinto lugar, caen más alentadores los dichos de un descendiente pampa de perfil elegante y castiza locuacidad… En la escuela muchos rostros de simpáticos colegiales, parecen guardar los rasgos melancólicos de antiguas cautivas. Mientras un esforzado maestro insistía en inculcarles desde el abecé la nativa lengua, olvidada, pero felizmente conservada… por escrito. También suscitaría admiración la gran cantidad de fotografías "mapuches", junto a valiosos ejemplares de una colección de cartas descubiertas en el archivo del cacique Namuncurá. En fin, tal camino fue conduciendo a la adivinación de una gran riqueza cultural y tecnológica, prácticamente perdida ... por culpa de los malones argentinos.
Noviembre de 2007