El nuevo gobierno de Sancho.
— ¡Hombre Que Dice la Verdad!
— ¡Presente!
— ¡Atención a la metralla! ¿Qué es fraude?
— Elecciones aseguradas.
— ¿Qué son elecciones aseguradas?
— Felicidad de la democracia.
— ¿Qué es democracia?
— ¿Cuál de las tres?
— ¿Hay tres?
— Hay tres distintas y una sola verdadera.
— La de aquí, digo yo.
— La de aquí se define así: el reinado de los mercaderes por medio del lucro, soborno y fraude.
— ¿Y cuál es el partido que no hace fraude?
— El que no puede.
— ¿Y qué es partido?
— Partido, Excelencia, es la liga de los que quieren vivir sin trabajar, comer sin producir, ocupar empleos sin estar preparados y gozar honores sin merecerlos.
— ¡Caramba! -dijo Sancho-. ¿Eso es partido?
— Eso es partido. También el suyo.
— ¿Y qué es plataforma política de un partido?
— Nosotros somos los buenos, nosotros ni más ni menos, los otros son unos potros, comparados con nosotros.
— ¡Caramba! -exclamó Sancho, alzando la vista a los Cortesanos que estaban encarnados como berenjenas-. Este hombre es peligroso.
— ¿Ha visto, Esplendencia? -dijo Pedro Recio triunfante-. ¿No le dije?
— De todos modos, vamos adelante, que todo hay que oírlo en esta vida. Hombre Que Dice La Verdad Cruda, ¿qué es sufragio universal?
— La manivela de hacer opinar al pueblo de lo que no entiende para no darle mano en lo que entiende.
— ¿Qué es liberalismo?
— Enemigo de Dios y amigo del pueblo.
— ¿Y qué es el pueblo?
— Hato de carneros que trabaja, calla y paga.
— ¿Qué es laicismo?
— Masón que quiere dárselas de Papa.
— ¿Qué es Estado?
— Burocracia erigida en Dios.
— ¿Qué es burocracia?
— Puestos.
— ¿Qué es puestos?
— Comedero para la tribu.
— ¿Qué es escuela neutra gratuita y obligatoria?
— Escuela inmoral costosísima y rabonera.
— ¿Qué es libertad de prensa?
— Piedra libre al embustero.
— ¿Qué es libertad de opinión?
— Chillar los ineptos hasta acallar al sabio.
— ¡Sapristí! -exclamó Sancho-. ¿Y qué son finanzas?
— El arte de utilizar el dinero de muchos, para pocos.
— ¿Qué es economía dirigida?
— Inglaterra.
— ¿Qué es defensa de las instituciones liberales?
— Un judío detrás.
— ¿Qué son judíos?
— El pueblo que a Jesús dio muerte, y vida; y muchos cristianos que son los peores.
— ¿Qué son cristianos?
— El pueblo que es preciso que Cristo sea Dios para no avergonzarse de ellos. Empezando por mí.
— ¿Qué son católicos?
— Son los que saben en qué consiste la acción católica.
— ¿En qué consiste la acción católica?
— La acción católica consiste en hacer discurso acerca de “en qué consiste la acción católica”.
— ¡Alto! -gritó aquí el Penitenciario Mayor haciéndose adelante con un gran tremolar de vestiduras-. ¡He aquí! ¡He aquí lo que es este hombre! ¡Deslenguado y sacrílego! ¡Maurrasiano! ¡Acción Francesa! ¡Ideologías exóticas condenadas por la Iglesia! ¡Reo de muerte! ¡No hay apelación que valga!
— ¡Paso! -dijo Sancho que estaba medio sonriendo para adentro desde que empezó lo de los judíos, mirando de reojo al Penitenciario-. ¡Paso! Todavía me falta hacer la tercera consulta, que es de índole personal, y después procederemos a la débita sentencia. Dígame usted, señor de la verdad desnuda, tengo aquí este librito de Soneto Arqueológicomísticos con Intención Devota y Consonantes Difíciles que a pedido de muchísimos amigos y del público en general he publicado a costa del erario público, y -no es por ser mío- está dando que hablar muchísimo, no sabiéndose todavía, aunque todos lo ponen por las nubes, si los sonetos son en realidad de la escuela clásica o de la escuela modernista, que en eso extrañamente disienten los doctores, y quisiera entonces leerle este sonetejo con estrambote para conocer su opinión sincera.
— ¡Presente!
— ¡Atención a la metralla! ¿Qué es fraude?
— Elecciones aseguradas.
— ¿Qué son elecciones aseguradas?
— Felicidad de la democracia.
— ¿Qué es democracia?
— ¿Cuál de las tres?
— ¿Hay tres?
— Hay tres distintas y una sola verdadera.
— La de aquí, digo yo.
— La de aquí se define así: el reinado de los mercaderes por medio del lucro, soborno y fraude.
— ¿Y cuál es el partido que no hace fraude?
— El que no puede.
— ¿Y qué es partido?
— Partido, Excelencia, es la liga de los que quieren vivir sin trabajar, comer sin producir, ocupar empleos sin estar preparados y gozar honores sin merecerlos.
— ¡Caramba! -dijo Sancho-. ¿Eso es partido?
— Eso es partido. También el suyo.
— ¿Y qué es plataforma política de un partido?
— Nosotros somos los buenos, nosotros ni más ni menos, los otros son unos potros, comparados con nosotros.
— ¡Caramba! -exclamó Sancho, alzando la vista a los Cortesanos que estaban encarnados como berenjenas-. Este hombre es peligroso.
— ¿Ha visto, Esplendencia? -dijo Pedro Recio triunfante-. ¿No le dije?
— De todos modos, vamos adelante, que todo hay que oírlo en esta vida. Hombre Que Dice La Verdad Cruda, ¿qué es sufragio universal?
— La manivela de hacer opinar al pueblo de lo que no entiende para no darle mano en lo que entiende.
— ¿Qué es liberalismo?
— Enemigo de Dios y amigo del pueblo.
— ¿Y qué es el pueblo?
— Hato de carneros que trabaja, calla y paga.
— ¿Qué es laicismo?
— Masón que quiere dárselas de Papa.
— ¿Qué es Estado?
— Burocracia erigida en Dios.
— ¿Qué es burocracia?
— Puestos.
— ¿Qué es puestos?
— Comedero para la tribu.
— ¿Qué es escuela neutra gratuita y obligatoria?
— Escuela inmoral costosísima y rabonera.
— ¿Qué es libertad de prensa?
— Piedra libre al embustero.
— ¿Qué es libertad de opinión?
— Chillar los ineptos hasta acallar al sabio.
— ¡Sapristí! -exclamó Sancho-. ¿Y qué son finanzas?
— El arte de utilizar el dinero de muchos, para pocos.
— ¿Qué es economía dirigida?
— Inglaterra.
— ¿Qué es defensa de las instituciones liberales?
— Un judío detrás.
— ¿Qué son judíos?
— El pueblo que a Jesús dio muerte, y vida; y muchos cristianos que son los peores.
— ¿Qué son cristianos?
— El pueblo que es preciso que Cristo sea Dios para no avergonzarse de ellos. Empezando por mí.
— ¿Qué son católicos?
— Son los que saben en qué consiste la acción católica.
— ¿En qué consiste la acción católica?
— La acción católica consiste en hacer discurso acerca de “en qué consiste la acción católica”.
— ¡Alto! -gritó aquí el Penitenciario Mayor haciéndose adelante con un gran tremolar de vestiduras-. ¡He aquí! ¡He aquí lo que es este hombre! ¡Deslenguado y sacrílego! ¡Maurrasiano! ¡Acción Francesa! ¡Ideologías exóticas condenadas por la Iglesia! ¡Reo de muerte! ¡No hay apelación que valga!
— ¡Paso! -dijo Sancho que estaba medio sonriendo para adentro desde que empezó lo de los judíos, mirando de reojo al Penitenciario-. ¡Paso! Todavía me falta hacer la tercera consulta, que es de índole personal, y después procederemos a la débita sentencia. Dígame usted, señor de la verdad desnuda, tengo aquí este librito de Soneto Arqueológicomísticos con Intención Devota y Consonantes Difíciles que a pedido de muchísimos amigos y del público en general he publicado a costa del erario público, y -no es por ser mío- está dando que hablar muchísimo, no sabiéndose todavía, aunque todos lo ponen por las nubes, si los sonetos son en realidad de la escuela clásica o de la escuela modernista, que en eso extrañamente disienten los doctores, y quisiera entonces leerle este sonetejo con estrambote para conocer su opinión sincera.
Alzóse mientras esto decía el fornido Gobernador, y con voz resonante, aunque algo tímido continente de doncella declamadora, recitó lo siguiente:
La Vida Humana (o sea contemplación devota de la natural condición del Hombre en vida y muerte).
El Hombre nace en lágrimas y c…
crece en fajines, sarampión y moco,
la nodriza lo asusta con el coco
y el maestro le zurra la casaca.
De la vida entra luego en la alharaca
de talento munido mucho o poco
y zafio o sabio haciendo un poco el loco
el dolor lo machuca y lo machaca.
Se enamorisca de una mujeruca,
busca un puesto aunque sea de babieca
y hace, empleado nacional vinchuca,
hijos, cuentas, macanas y manteca,
hasta que la Vejez que lo acurruca
introduce a la Parca que lo seca…
Y bailando esta cueca
y esta noria barroca
se pica el paco y peca.
¡Oh Dios, que al fin de su carrera loca
que al menos azga el hilo de tu rueca
y oiga y entienda el eco de Tu Boca!
crece en fajines, sarampión y moco,
la nodriza lo asusta con el coco
y el maestro le zurra la casaca.
De la vida entra luego en la alharaca
de talento munido mucho o poco
y zafio o sabio haciendo un poco el loco
el dolor lo machuca y lo machaca.
Se enamorisca de una mujeruca,
busca un puesto aunque sea de babieca
y hace, empleado nacional vinchuca,
hijos, cuentas, macanas y manteca,
hasta que la Vejez que lo acurruca
introduce a la Parca que lo seca…
Y bailando esta cueca
y esta noria barroca
se pica el paco y peca.
¡Oh Dios, que al fin de su carrera loca
que al menos azga el hilo de tu rueca
y oiga y entienda el eco de Tu Boca!
Cesó Sancho, y alzando los ojos miró todo colorado al Hombrito, el cual muy desenvuelto dijo:
— Mala imitación de un verso bueno de Quevedo.
— No lo conozco, dijo Sancho muy sofocado.
— Es el único perdón de Dios que puede tener éste.
— Vea su Merced y considere -dijo Sancho todo empachado- que el crítico más eminente del diario El Orbe dijo de mis versos…
— Usía sabe bien que no podía decir otra cosa.
— ¿Por qué?, si se puede saber.
— Porque es su oficio.
— ¿Qué cosa?
— Decir esto de todos los poetas poderosos; y de los otros también, por las dudas.
— Y usted, ¿cómo sabe lo que de mí dijo?
— Sé de memoria lo que dirá y dijo de todos los versos que se escribirán hasta el día del juicio, el crítico de todos los diarios de la Ínsula.
— Arrepare, Señor -le dijo entonces Sancho severo-, que el diario El Orbe es en toda la Ínsula el diario más vendido.
— Lo creo, señor; vendido, ¿en qué sentido?
— No lo conozco, dijo Sancho muy sofocado.
— Es el único perdón de Dios que puede tener éste.
— Vea su Merced y considere -dijo Sancho todo empachado- que el crítico más eminente del diario El Orbe dijo de mis versos…
— Usía sabe bien que no podía decir otra cosa.
— ¿Por qué?, si se puede saber.
— Porque es su oficio.
— ¿Qué cosa?
— Decir esto de todos los poetas poderosos; y de los otros también, por las dudas.
— Y usted, ¿cómo sabe lo que de mí dijo?
— Sé de memoria lo que dirá y dijo de todos los versos que se escribirán hasta el día del juicio, el crítico de todos los diarios de la Ínsula.
— Arrepare, Señor -le dijo entonces Sancho severo-, que el diario El Orbe es en toda la Ínsula el diario más vendido.
— Lo creo, señor; vendido, ¿en qué sentido?
R.P. Leonardo Castellani, S.J.
Tomado de su libro “El nuevo gobierno de Sancho”, capítulo 21.