Del Nº 573 de la Revista Siempre P’alante, Unión Seglar “San Francisco Javier” de Navarra.
Demasiadas fuerzas concentradas sobre los hermanos gemelos Kazcynski, Jaroslaw y Lech, acendradamente católicos, gobernantes hasta el pasado domingo día 21 de octubre y líderes del partido político Ley y Justicia. Aunque en estas elecciones obtuvieron 166 escaños, dieciséis más que en los anteriores comicios, sin embargo el oponente partido liberal Plataforma Ciudadana (PO) se alzó con 209 que no alcanza la mayoría absoluta, al que eligieron un 41,4% de votantes en contraste con el 28,5 % anterior y 131 escaños.
Quiere decirse que los supuestamente liberales, ya se verá cuánto tardan en imponer la laicidad radical, se llevaron la opinión de prácticamente un 13% más del electorado, mientras el catolicismo confesado y a pecho descubierto liderado por los Kazcynski se quedó en el 32,2% cuatro décimas menos que sus votantes anteriores (32,6%).
Se habían mostrado renuentes a firmar los manejos de la Unión Europea, incapaz de admitir siquiera retóricamente su raigambre cristiana ni hacer mención de su población mayoritariamente de cultura y confesión cristianas. Se habían mantenido consecuentes con su historia patria y la voluntad de sus votantes, eso a pesar de que el Vaticano se rindiera al fin cuando pronunció su licet al Referéndum filomasónicofilosófico, fracasado gracias a los burgueses de Holanda entre jeremiadas de otras naciones.
Habían ido hasta las fosas de Katyn para honrar a los miles de compatriotas oficiales asesinados por el comunismo marxista de rostro humano-inhumano y allí se les vio arrodillados en homenaje y oración; militares masacrados por su condición de polacos en su mayoría fieles católicos, para los que por cierto ningún Papa tuvo tiempo de acudir en agradecimiento a su heroísmo europeo de contención anticomunista, pero sí que rinden indefectiblemente tributo de humanidad donde quiera que se hallen campos de exterminio mayoritario antijudío, con silencio de otras minorías también masacradas.
Posiblemente sea porque los católicos crispamos al honrar a nuestros muertos y otros en cambio practiquen el diálogo aunque solamente sea hacia adentro y en su provecho.
Se habían empeñado en desenmascarar a los traidores y apóstatas, a su Patria y a su Religión católica, que cooperaron con el comunismo ateo y perseguidor. Hubieran desentrañado las redes del Movimiento Pax que nos ha conducido al actual pacifismo como fórmula eficiente de anestesiar nuestra identidad y responsabilidad de católicos.
Sí, en verdad, demasiada entereza para los tiempos que corremos. Demasiados enemigos. Demasiados cobardones, renegados, hasta algún que otro apóstata.
Fuerzas del averno que barren y padres de familia que prefieren quedarse tomando el sol.
Ya los democristianos, siempre la democracia cristiana kerenskysta, se ha ofrecido como bisagra para con sus 9 míseros escaños, completar la mayoría liberal y formar Gobierno. Ni en Polonia han logrado un decente tirón electoral. El rojo Zapatero les va a servir, sin duda, de modelo igual que aquí con desagregacionistas catalanes y vascos.
Nosotros YA HOY lo decimos con dolor: ADIÓS, CATÓLICA POLONIA, ADIÓS. Ser católico confesional no es políticamente correcto ni tampoco deseable doctrinalmente. Ellos lo dijeron y ellos se agregaron a los vociferantes del ¡crucifícale!.