Herodes mandó matar a todos los niños que había en Belén y en toda su comarca, de dos años abajo. (Mateo 2, 16).
Había Jesús nacido en Belén y los magos vinieron de Oriente a la corte de Herodes para averiguar dónde acababa de nacer “el rey de los judíos”.
Turbose Herodes y, habiendo convocado a los príncipes de los sacerdotes, les preguntó donde debía nacer el Cristo.
Llamó después a los magos en secreto y les dijo: “Id, informaos con cuidado acerca de este niño, y cuando lo hayáis encontrado, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo”.
Pero los magos, advertidos por el Cielo, no volvieron. Se enfureció Herodes e hizo degollar a todos los niños de Belén y sus alrededores, hasta la edad de dos años.
Este bautismo de sangre envió muchos ángeles al cielo.