Solzhenitsyn, aquel que dijo aquello de "Dios no nos quita la libertad
frente al mal".
precipitación
y superficialidad,
de un Occidente aburguesado,
en una hipócrita
comodidad,
Occidente sordo, ciego y mudo,
no escuchaste a
un profeta del Oriente,
y todavía te regodeas,
en tu impávida
muerte,
Precipitación y superficialidad,
soberbia,
lujuria, gula,
condimentada en la ignorancia,
que de muy pedante
es bruta,
Occidente sin hijos,
Occidente sin abuelos,
no
estás vivo, ¡no, no!
eres un albergue de muertos,
¿Quién
intenta matar el espíritu?
¿Quién se cree capaz de matar a Dios?
¡Occidente,
en nombre del dinero,
y la televisiva alucinación!
Sin
categoría moral alguna,
sin razón ni sentimiento,
lujosa es la
barbarie,
inexistente el pensamiento,
Error, error, error,
esa
palabra es bandera,
esa palabra es clave,
de un fin que se
acerca,
Ya pronto será demasiado tarde,
vendrá el rechinar
de dientes,
consumando tu agonía,
¡qué error, Occidente!