Soldado Argentino, solo reconocido por Dios

Enviado por Esteban Falcionelli en Jue, 06/05/2010 - 12:37am

Carta abierta a la Presidente

Me dirijo a la Sra. Presidente de
La Nación, como ciudadana argentina
que
se ha sentido ofendida por su calificación de perros, a los que no
pensamos como usted.

Si no me gustaran tanto los perros y
estuviera en edad escolar, le
respondería a la Sra Presidente, con aquella frase que utilizábamos
cuando
nos sentíamos tocados por algún insulto:

s serás vos...

Seguramente,
la Sra. Presidente, acostumbrada a estar rodeada de
pichichos, que mueven la cola, se paran en dos patitas, lamen su mano,
cuando les tira una cascarita crocante como galletita, barrunta que la
raza canina sólo ladra para defender a su amo o cuando tiene hambre.

En
este año del Fondo del Bicentenario olvida la Sra Presidente que esos
perros mandamos a nuestros “cachorros”, hace muy poco, a Malvinas, a dar
su vida con desinterés y entrega para defender esa Patria que le otorgó
los privilegios que hoy detenta y de los cuales hace uso y abuso.

Estos
doscientos años, que intenta homenajear, supieron poner a La
Argentina entre los grandes países del mundo y hoy su declinación es
motivo de escarnio y burla, de aquellos mismos que la admiraron y no
precisamente por los ladridos de los perros, sino por los aullidos de un
pueblo harto de banalidades y revanchismos.

Sus consideraciones
zoológicas no son muy felices.

Le aseguro que por más pollo que
coma, no va a volar, (tal vez sí las
vacas, que están por las nubes) y que si se atosiga con cerdo, lo que va
a
lograr es que le explote la otra carótida “al compañero de toda su
vida"
.

Le saltó la derecha, si le salta la izquierda, se va poner
la cosa a
cara
de perro (me refería a las carótidas, por supuesto).

Creo, Sra
Presidente, que su ofensa gratuita a los argentinos, de la
cual
exceptúa a los 101 dálmatas que la aplauden, es porque teme la aparición
del “Mastín de los Baskerville” en medio de la noche sombría de su
soledad
y su ostracismo.

Perro que ladra, no muerde, así que cabalgue
serena, no busque los
molinos
de viento, que avizora en su desmesura y no ofenda más a sus
compatriotas,
a los cuales juró servir.

De lo contrario, no va a tener un perro
que le ladre PERO SÍ QUE LA
MUERDA
EN FORMA DE JUSTICIA
.

María Delicia Rearte De Giachino

Madre
del Capitán de Fragata (Post Mortem) Pedro Giachino,
caído en Malvinas.

"Los que son sabios, poco hablan; y los que
hablan mucho, son poco
sabios". (Lin Yutang).