El asesino procaz

Enviado por Esteban Falcionelli en Lun, 29/01/2007 - 4:49pm
Al afirmar que cuando Perón echa al grupo de los 8 diputados ligados a la banda terrorista “no estaba bien, estaba muy enfermo”. Miente también el sicario cuando dice que la triple A empezó a operar “después de la muerte de Perón”.

 

Los que tenemos clara memoria, recordamos perfectamente la astucia y la frialdad con que el viejo General se sacó de encima a la pandilla montonera, recibiéndolos -contra lo que ella suponía- con la televisión, cuyas cámaras cuidadosamente desplegadas registraron toda la escena de la expulsión. Eso sucedió precisamente el 24 de enero de 1974 y el cínico de Kunkel, integrante del grupo rebelde, estuvo presente y todavía le debe doler la cama que el mañero Líder armó. (Perón recién se enferma en junio de 1974, al aguantar una pertinaz y fría llovizna, durante su viaje al Paraguay).

 

Es de público y notorio que el primer atentado de la Triple A fue el realizado contra el Senador radical - erpiano Hipólito Solari Irigoyen, en octubre de 1973, con Perón vivo y coleando, y al que nada se le escapaba. (Menos desde luego, la Triple A, cuyas andanzas no podía desconocer, por lo menos hasta su visita a Stroessner).

 

Ruin Kunkel: Por tu falsía, tu mendacidad y tu desvergüenza, te disparo con un TUBO cargado hasta el tope, armado en la fábrica Alberto Villar, de la cual soy viejo cliente, porque hacen las cosas bien. Disfrutaré leyendo tu obituario.