¿Es garantía de protección personal y libertad, la democracia?

Enviado por Esteban Falcionelli en Dom, 03/10/2010 - 8:32pm

Hoy cuestionar a la diosa democracia puede acarrearle a quien se atreva a hacerlo un sinnúmero de problemas, discriminaciones y hasta persecuciones. Todos los defensores de este sistema de gobierno (no el único, no el más perfecto) esgrimen argumentos que son tomados como verdades reveladas, las cuales no pueden ser contrariadas. Se habla que al vivir “es estado de derecho” nadie corre riesgos. Y que cuando no impera la democracia sobrevienen todos los males sobre la población y solo hay muerte y desolación. La verdad demuestra otra cosa. Hoy no se respetan las leyes (ni el propio poder ejecutivo lo hace). La corrupción y el latrocinio institucionalizado están a la orden del día. Hay más muertos victimas de la inseguridad que  la cantidad de víctimas que hubo de ambos lados en la trágica guerra civil encubierta que sufrimos desde fines de la década del 60 hasta principios de los 80. ¿Qué diferencia esgrimen algunos perversos que le dan más valor a los muertos por la violencia política? Dicen que aquellos tenían ideales. Yo les respondo, los de hoy TAMBIÉN tenían ideales, tenían proyectos, una vida por delante que les fue truncada por alguien que ni siquiera tiene noción del valor de una vida. Hoy vemos asesinato por la espalda de niños y adolescentes por el solo hecho de escaparse de sus captores. Hoy escuchamos a viles periodistas que al hacer la crónica de  un asesinato en ocasión de robo, dejan deslizar como al pasar que la victima se resistió (como si esto fuera causal o justificativo de una muerte). Hoy el ciudadano común (persona honesta, trabajadora, con ideales e ilusiones) se encuentra con que ni siquiera sus representantes (todos corruptos ladrones de la cosa pública) valoran su vida. A esta gente evidentemente nadie  la cataloga como humana, ya que nadie defiende sus derechos humanos. Hoy vemos como apresan a peligrosos delincuentes por un determinado homicidio y comprobamos con amargura que están gozando de libertad morigerada, que están en espera de juicio, o que salieron por buen comportamiento, por hechos similares ocurridos no hace mucho. ¿Quién los libera? Jueces corruptos, o incapaces o contaminados de una ideología perversa. Pero estas liberaciones se hacen amparadas por leyes más perversas todavía, pergeñadas y sancionadas en democracia y por “demócratas”. Hoy vemos como a paso firme se está propiciando legalizar  el genocidio más grande de la historia de la humanidad. Todas las usinas “democráticas” en todo el mundo están presionando para que se legalice el aborto (homicidio de niños por nacer). En una palabra se está queriendo legalizar y democratizar el asesinato en masa, tratándolo como un problema de derecho a decidir. ¿Esto no es perverso? ¿Qué diferencia hay entre esta aberración y matar por desmembramiento a un adulto y pretender que sea legal y aceptable? Hoy vemos como muchos con cargos electivos, tienen frondosos prontuarios sin que a nadie se le mueva un pelo. Con estos  simples ejemplos se demuestra que este sistema no tiene mayor respeto por la vida humana que otros sistemas. Con esto se demuestra que no hay más sentido de valor por la vida humana que en otro sistema. Se quiere imponer una forma legal de violar el primer derecho humano, “el derecho a la vida”. Y para más cinismo todo queda convalidado por que el pueblo lo aceptó con su voto.  Es decir una diferencia numérica a favor, haría posible legalizar el asesinato en masa y demás perversidades, por que está avalada por la voluntad popular. Vemos que la impunidad es dueña y señora, vemos políticos que amasan inmensas fortunas fraudulentas en forma escandalosa. Por otro lado había un “gran demócrata” que decía que con la democracia se come, se cura y se educa. Basta ver las cifras oficiales para sacar en cuenta que los planes asistenciales (clientelares) son siempre la misma cantidad o mayores, la conflictividad social se acrecienta, sigue habiendo familias enteras de cartoneros y gente que sigue viviendo en la calle. Todo esto después de 27 años de democracia. ¿Se le puede seguir echando la culpa a la dictadura después de 27 años por gente que se sigue muriendo de hambre? Hoy vemos colegios tomados, edificios que dan vergüenza, planes de estudio devaluados, “trabajadores de la educación” que no sabe hacer una “o” con un vaso, alumnos que perdieron la noción de esfuerzo,  de sabiduría, de respeto por las jerarquías basadas en el mayor conocimiento. En síntesis, una educación que no existe. Hoy vemos una educación pública que no sirve como herramienta de movilidad social ni como herramienta de conocimiento. En 27 años se ANIQUILÓ la educación. De los hospitales y la salud pública, ni hablar. Deplorable. Quien no puede acceder a una medicina privada de primer nivel que se encomiende al Creador… Por lo enumerado, los tres postulados del gran alfoncínico, quedan desenmascarados. La democracia NO es garantía ni de Alimentación, ni de Salud, ni de Educación. También se dice que en democracia se permite el disenso. Esto es una flagrante mentira. Uno puede disentir siempre y cuando el disenso sea políticamente correcto (lo dictado por el N.O.M.). Pero ¿qué pasa si uno se atreve a disentir en temas no políticamente correctos? Uno puede llegar a ser perseguido, enjuiciado y estigmatizado públicamente si lo que dice va en contra de la corriente. Si por ejemplo alguien hoy se atreviera a decir algo en contra de la homosexualidad podría llegar a ser denunciado. ¿Dónde está la libertad de expresión tan cacareada por la democracia? Como vemos: hoy no tenemos libertad, no hay valor por la vida, se discrimina entre muertos buenos (con supuestos ideales) y los muertos malos (gente común), no se cura, no se educa, hay gente en la indigencia que pasa hambre, se falsean las estadísticas en forma burda, se protegen asesinos de otros países por que piensan como el gobierno de turno y lo tildan de asilado político. Vemos como asesinan a una criatura de 16 años a quemarropa por la espalda, que solo había salido a divertirse y ni un solo organismo de los falsos derechos humanos dice absolutamente nada. ¿Quién puede creer en el postulado que la democracia es garantía de algo?

Osvaldo N. Conde

Nota de Argentinidad: La imágen del montruo con tres cabezas va por nombre democracia (con perdón). A la lista de cagadas democráticas (con perdón de nuevo), se la puede engrosar en horas, o por cada minuto en donde la misma está. No puse una foto de la Yegua porque me da asquete, al igual que la del Ojituerto usureta.

Esteban Falcionelli