- "No puedo, mi madre esta enferma"
- "¿Pero tu madre no murió hace años?"
- "Mi madre es España"
Hijo primogénito del que fue dictador entre 1923 y 1930, el general Miguel Primo de Rivera, de quien heredó el título de Marqués de Estella, estudió en la Facultad de Derecho de Madrid y en 1930 participó en el proyecto político de la Unión Monárquica Nacional.
El 2 de mayo de ese año aceptó el cargo de vicesecretario general del partido, con el propósito de reivindicar la memoria de su padre, atacada tanto a la caída de su Dictadura, al final de la Monarquía, como durante la Segunda República (1931).
José Antonio Primo de Rivera fracasó en su intento de obtener un escaño de diputado por Madrid en las elecciones de 1931, siendo derrotado por Bartolomé Cossío. Este fracaso le hizo siempre desconfiar de los métodos democráticos.
Fue detenido en 1932 bajo la sospecha de haber colaborado con la sublevación organizada por el general Sanjurjo, hecho que él siempre negó, saliendo finalmente de la cárcel sin cargos.
En 1933, en pleno auge de los movimientos fascista en Italia y nazi en Alemania publicó un artículo titulado "Orientaciones hacia un nuevo estado" en el único número del periódico "El Fascio". En este artículo preconizaba un estado social en el que las luchas partidistas no existieran.
Creó junto a Julio Ruiz de Alda el Movimiento Español Sindicalista, embrión de la futura Falange Española, movimiento político estrechamente ligado a una visión rupturista para con el Estado liberal e influencias de algunos pensadores como Ortega y Gasset.
Los dos pilares de Falange Española era la consideración del hombre como sujeto espiritual y de España como una unidad de destino en lo universal. Esta ambigua definición serviría para teñir de ideología social el Golpe de Estado del general Franco. Falange Española fue fundada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 29 de octubre de 1933.
Dicho acto comenzó con las palabras de Primo de Rivera: "Camaradas, nada de un párrafo de gracias. Escuetamente gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro estilo". En el mismo, legitimó la violencia de sus valores mediante "la dialéctica de los puños y las pistolas".
En las elecciones de noviembre de 1933 obtuvo su escaño en las Cortes, integrado en una coalición conservadora monárquica, por la circunscripción de Cádiz, donde su familia disponía de gran influencia.
En 1934 fusionó Falange Española con otro grupo de ideología similar, pero con ciertas diferencias, las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, dando lugar a FE de las JONS. En un primer momento, para la dirección del partido se formó un triunvirato formado por el propio José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma y Julio Ruíz de Alda. Un año después y tras una ajustada votación, Primo de Rivera acabó siendo proclamado jefe único del partido. A partir de este momento, la figura de José Antonio Primo de Rivera pasará a ser el icono oficial del partido, aun cuando este comienza a pasar por dificultades económicas que lo llevan casi a la quiebra.
Estos problemas económicos le hacen valerse de su influencia social para obtener, con éxito, financiación en círculos monárquicos y de la derecha oligárquica. Asimismo, en 1933 realiza una visita a la Italia fascista, donde se entrevistará con Mussolini, para obtener apoyo político y económico para Falange.
Su retórica y capacidad dialéctica le crean numerosos seguidores sobre todo entre el ambiente estudiantil en algunas ciudades españolas.
En 1935 Primo de Rivera se dedica a realizar viajes por España dando mítines, que serán comentados en las páginas del semanario falangista "Arriba" y en "Haz", órgano del SEU. En este año Ledesma fue expulsado de Falange.
Las respuesta violenta de los falangistas ante los asesinatos de varios de sus militantes (de los que cabe destacar Matías Montero, primer estudiante caído por el bando falangista en un atentado del que se acusó a un militante del PSOE) propició que la Falange fuera adquiriendo notoriedad en una vida pública cada vez más polarizada en los extremos.
Los falangistas asesinan al ex director general de Seguridad y fundador del Comité Nacional de Acción Republicana, Manuel Andrés Casaus, uno de los impulsores de la proclamación de la República en Eibar. También al periodista santanderino Luciano Malumbres. La primera asesinada fue Juanita Rico, como represalia por la muerte del falangista Cuéllar.
En las elecciones de 1936, la izquierda y la derecha acudieron en bloques a las elecciones. Para algunos, la Falange no se alió con ninguno de los dos bloques por entender Primo de Rivera que la ideología Nacional-sindicalista defendida por su partido no se encontraba representada ni por las izquierdas ni por las derechas y por no considerar legítimo el sufragio universal.
Otros, como el hispanista británco Paul Preston, sostienen que tras visitar por tres veces a Gil Robles, líder de la CEDA, no se llegó a un acuerdo entre ambos debido a que Primo de Rivera "quería más escaños seguros que los que el exiguo apoyo electoral con que contaba podía justificar".
De hecho, la Falange no obtendría en total más que 44.000 votos en las elecciones de 1936.
En aquel mismo año el gobierno del Frente Popular declaró ilegal a la Falange (aunque después los tribunales revocaran esta medida) como "responsable de desórdenes públicos", entre ellos el atentado contra el catedrático de Derecho Jiménez de Asúa, en el que resultó muerto su escolta, y encarceló a su jefe, José Antonio Primo de Rivera, primero en la Cárcel Modelo de Madrid, siendo luego trasladado a la cárcel de Alicante el 5 de junio de 1936, donde seguía detenido cuando el 18 de julio se produjo el golpe de estado militar encabezado por Mola y Franco, con el que dio comienzo la Guerra Civil (1936-39). Desde allí, por medio de los numerosos visitantes que tuvo, continuó con su actividad organizativa del golpe de estado contactando con diversos mandos militares, monárquicos y dando instrucciones a los falangistas.
En la cárcel de Alicante, José Antonio Primo de Rivera escribe su manifiesto político en el que reitera su aspiración de Gobierno Nacional-sindicalista desde una perspectiva puramente sindicalista.
Primo de Rivera cree que el alzamiento puede ser un medio para detener el avance democrático de la izquierda, aunque expresa objeciones al mismo.
Sin embargo, en su Testamento político LEER MÁS ACÁ se pronunciará de modo inequívoco a favor de ese golpe.
El 17 de noviembre de 1936 es juzgado por rebelión militar y por organizar la violencia política en las calles, condenado a muerte por un tribunal popular y el 20 de noviembre es fusilado antes de que el gobierno diera su "enterado". En el proceso, él mismo llevó a cabo su defensa junto a la de su hermano Miguel y la esposa de este, Margot.
Pese a sostener públicamente su consideración por la figura de José Antonio Primo de Rivera, los militares alzados en armas contra la República no hicieron lo suficiente por salvar su vida. La figura del mártir, ampliamente explotada en los años siguientes, resultaría quizá más útil y menos incómoda que la del líder político. Además mientras Primo de Rivera permaneciera vivo pero "ausente" los líderes de Falange no intentarían dotarse de un nuevo lider, siendo así más manejables por la voluntad de Franco de concentrar todo el poder en sus manos. Durante la guerra fue conocido en la zona nacional como "el Ausente" dado que se dudaba de su muerte. En su testamento dejó constancia de su deseo: que sea la mia la última sangre española vertida en discordias civiles. Otra de sus frases más conocidas es: Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.
Mantenía una relación de amistad con varios diputados socialistas, entre ellos Indalecio Prieto, y se entrevistó con militantes anarcosindicalistas como Ángel Pestaña, con quien no llegó a acuerdo alguno. Dos hermanos del líder de la FAI, Buenaventura Durruti, estaban afiliados a Falange, así como varios cuadros de la CNT, el propio ex-secretario general del PCE madrileño, Manuel Mateo y el conde de Montarco.
Al mismo tiempo, la desaparición de José Antonio Primo de Rivera eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer sombra a los militares, dejando el camino expedito para la conversión de la Falange en partido único del régimen (unificada con los tradicionalistas, a pesar de sus numerosas diferencias ideológicas, formando FET de las JONS, una Falange 'domesticada', o más adecuada al momento político, matizado su programa pseudo-revolucionario inicial, con el Generalísimo Franco como jefe nacional, quién arrestó a Manuel Hedilla, segundo jefe nacional de Falange Española de las JONS tras la muerte de José Antonio Primo de Rivera.
Francisco Franco ordenó que su cadáver fuera trasladado y sepultado en la Basílica del Valle de los Caídos.
En la Catedral de Cuenca
Continuará..., con mis reservas porsupuesto...