Socialismo: Vos tenés 2 vacas. El Estado te obliga a darle 1 a tu vecino.
Comunismo: Vos tenés 2 vacas. El Estado te las quita y te da algo de leche (80 % agua)
Nazismo: Vos tenés 2 vacas. El Estado te las quita y edifica un monumento a su pérdida heroica.
Burocratismo: Vos tenés 2 vacas. El Estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Capitalismo tradicional: Vos tenés 2 vacas. Vendés una y te comprás un toro. Hacés más vacas. Vendés las vacas y ganás dinero. Luego te jubilás rico y te morís por culpa del ácido úrico.
Capitalismo moderno: Vos tenés 2 vacas. Vendés 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante bonos abiertos por tu cuñado en el banco. Luego ejecutás un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tenés las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Caimán que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que vos tenés 8 vacas con opción a una más. Tomás tus 9 vacas y las cortás en trocitos. Luego vendés a la gente tus 10 vacas trozadas. Curiosamente, durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, vos sólo tenés 2 vacas.
Economía japonesa: Vos tenés 2 vacas. Las rediseñás a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te hacés rico. Luego filmàs todo el proceso en dibujos animados. Los llamas "Vakimon" e incomprensiblemente, te hacés millonario.
Economía alemana: Vos tenés 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería conseguís que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.
Economía rusa: Vos tenés 2 vacas. Contás y tenés 5 vacas. Volvés a contar y te salen 257 vacas Volvés a contar y te salen 3 vacas. Dejás de contar vacas y abrís otra botella de vodka.
Economía china: Vos tenés 2 vacas. Tenés a 300 chinos ordeñándolas. Explicás al mundo tu increíble raid de productividad lechera. Fusilás a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Capitalismo americano: Vos tenés dos vacas. Vendés una y forzás a la otra a producir la leche de cuatro vacas mediante anabólicos. Te quedás sorprendido cuando ella se muere, y vos reventás de gordo culpa de Mac Donald's.
Economía iraquí: Vos no tenés vacas. Nadie cree que no tengás vacas, te bombardean los EEUU y te invaden el país. Vos seguís sin tener vacas.
Economía india: Vos tenés 2 vacas. Las ponés en un altar para adorarlas. Después seguís comiendo arroz al curry.
Economía suiza: Hay 5 000 000 000 de vacas. Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién carajos es.
Economía francesa: Vos tenés 2 vacas. Entonces te declarás en huelga, organizás una trifulca violenta y cortás todas las rutas del país, porque vos lo que querés son 3 vacas.
Economía neozelandesa: Vos tenés 2 vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva.
Capitalismo italiano: Vos Tenés dos vacas. Una de ellas es tu madre, la otra tu suegra, ¡maledetto!
Capitalismo británico: Vos tenés dos vacas. Las dos están locas.
Economía española: Vos tenés 2 vacas, pero no tenés ni idea de donde están. Pero como ya es viernes, te vas a desayunar al bar. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después de ver a ZP, previo vómito.
Economía mexicana: Vos tenés dos vacas. Una está llena de cocaína en sus ubres y su panza. La otra aparece en una narcofosa degollada y acribillada. El ejército precinta y sitia el lugar del hallazgo, y deja libre a la vaca que portaba la cocaína por falta de pruebas. Días después, esta vaca aparece muerta (sin la cocaína, obviamente) en el desierto de Arizona por cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos. El dinero producto de la venta de la coca es blanqueado en bancos mexicanos, de Estados Unidos y del Caribe, y un rico prestanombres compra una estancia mexicana con diez mil cabezas de ganado. Sin duda, ésta fue la opción más productiva.
Economía argentina: Vos tenés dos mil vacas, y Guillermo Moreno te embarga el alimento de las mismas, entónces se las llevás al de la estancia vecina para intentar salvarlas; pero resulta que el vecino fue secuestrado y reventado a tiros, previo afano del dinero del pseudo rescate. La estancia es ahora de Hugo Moyano.Ya es tarde, porque el muy hijo de putas se las morfó en un asado con su gremio -de amigos- las dos mil vacas; que "patrióticamente" se pusieron en pedo (los camioneros) y asaltaron las estancias vecinas con el "aval" del gobierno. En síntesis: tenías dos mil vacas y ya sos historia porque las vacas son importadas del Uruguay, con un incremento del 200 % en lo que va del año. O te secuestraron, o te pegaste un tiro. O te lo pegaron. Nunca se va a saber la verdad y tu viuda y tus hijos emigrarán a Costa del Marfil, que es más segura.
Sin lugar a dudas esta fue la opción menos pructiva del mundo, porque actualmente comemos polenta, pero sin pajaritos, porque fueron desaparecidos por atentar contra la democracia (con perdón)...
Esteban Falcionelli