La Revolución criminal

Enviado por Esteban Falcionelli en Vie, 05/03/2010 - 8:40am
 
Ahora que está próximo el 217 aniversario del alzamiento contra la Revolución, que se produjo en Marzo de 1793, en la Francia Libre (esto es, el occidente y norte francés: Anjou, Maine, Poitou, La Vendée o Bas Poitou, Bretagne, Normandie, etc...y zonas aisladas del país galo), no está de mas recordar a aquellos héroes que derramaron su sangre por defender su estilo de vida tradional, y que siempre se mantuvieron leales a su fe y a su Rey.

Antes, conviene hacer un breve apunte de qué fue la Revolución. Tomo partes muy acertadas de unos textos de dos amigos (Mazadelizana Fray Trabucaire), y me tomo la licencia de fundirlas en esta síntesis:

La Bastilla fue en realidad el ícono de la subversión, no de la libertad. Subversión que no es otra cosa que la esclavitud del error. Y no podía ser diferente, el oscurantismo liberal eliminó a Lavoissier, padre de la química, sabiendo plenamente quién era, señalando que 'La República no necesita sabios'

Sangre, matanzas, pobreza, ruina, estupor, emigración....Eso fue lo que provocó la Revolución; partidos ávidos, rencores, envidias....Y nada de libertad. En nombre de la libertad y el progreso murió entre el 20 y el 25% del pueblo francés. Cerca de un 80% de las víctimas pertenecían al pueblo llano. Un ejemplo: la población vandeana sufrió un intento de erradicación espantosa; prisiones, campos de trabajos forzados y barcos prisiones que se echaban a pique. Para acelerar los procesos se recurría a la guillotina o a los fusilamientos masivos y a los ahogamientos. Mujeres y niños no escapaban a la carnicería. Los revolucionarios mismos relataron las peores atrocidades. Sobre una problación estimada de 815.000 personas, La Vendée perdió al menos 117.000 miembros, consecuencia de un "populicidio", cuyos métodos inspiraron en el siglo XX a Lenin y a Pol Pot. (¡Destruid la Vendée! - Barrère, julio de 1793; ¡La Vendée debe convertirse en un cementerio nacional! -Turreau; ¡Serán todos exterminados!- Carrier; ¡Esa raza es maldita! - Lequinio). Así se las gastó y gasta la Revolución. 

El 'imperialismo' revolucionario no dejó en balde, se extendió como el cáncer: en nombre de la libertad y el progreso, ya vemos lo que hemos avanzado en España, cuando la dinastía usurpadora entregó la patria a los burócratas, militares ineptos y politicuchos y burguesitos sin más mérito que el enchufe, después de que el pueblo se desangrara luchando contra la Revolución bonapartista: Golpes de estado/pronunciamientos, matanzas anticlericales, pobreza, ruina del campo y del ejército, etc… 

La Revolución, fue azuzada desde las logias y los clubes políticos, con panfletos en que se le señalaba al pueblo que la nobleza quería causarle una sangría de hambre, que contrataría criminales para dañar cosechas, almacenes, etc... y que incluso quería que los ingleses invadieran Francia. Sobre ello construyeron su grito, que coronado con la toma, dejó ebrio de sangre al manipulado pueblo francés, vuelto contra sí mismo. La burguesía financiera (antaño contrabandista) 100% de ella atea, pretendía sustituir el poder legítimo de la Monarquía, por su propia tiranía sintetizada en un falso trilema: libertad, igualdad y fraternidad. 

No es culpa del populacho ignorante, ellos fueron "libremente" arrastrados por su ignorancia. La culpa es de los titiriteros, verdaderos esclavistas del pueblo francés, cuya desgraciada impronta se gestara en el iluminismo de cuyos textos estaban imbuídos y poseídos. Todas las desgracias actuales, incluyendo la pobreza humana y material, y las indignidades varias se prefiguran en los amantes de la guillotina. 

Dicen libertad, pero la vierten en fin, por lo que ésta oprime al individuo. Dicen participación, pero significa simplemente elegir al tirano de turno. Dicen igualdad, y como lo menos no puede lo más, deprimen el espíritu humano hasta reducirnos a simple carne, transforman la economía en crematística, pero se cuidan de señalar que no es igualdad en lo material, que no sea que los confundan con sus primos pobres, pero coherentes, los comunistas. Dicen fraternidad, pero marchan con las cabezas de los funcionarios en sus picas, matan a inocentes y a un período subsiguiente se le denomina EL TERROR. Pero ojo, los muertos siempre eran los malos o aliados de los fuertes, no sea que los confundan con sus primos antipáticos y prepotentes, los nazis. 

Jacobinos, girondinos, liberales, fronderos, capitalistas, comunistas, nazis, fascistas, progresistas, socialistas, democristianos, usureros, y demás calaña modernista, son todos hijos de la misma arpía, la Revolución, fornicando con distinto padre. El Terror fue el instrumento revolucionario por excelencia. El terror que hacía sospechoso a todo aquel que tuviera algún mérito, el terror que pretendió aniquilar a la Iglesia, a las tradiciones, a la educación; premiando al delincuente y avasallando al hombre honrado. No existe Revolución sin estos brutales métodos, que aún continúan. No, la Revolución no tuvo justificación alguna; y la sensatez siempre estuvo en no transigir con ella".
 
Del amigo Reke Ride, en El Bandido Realista