Malaya la desgracia de la natura y la gracia (Verdades a medias, parte 4ª)

Enviado por Pito Catalán en Lun, 25/02/2013 - 6:21pm

Verá Osté, mi buen fraile, no soy afecto a los discursos largos. Esos los dejamos, aquí, para los días de asado y borrachera. Por eso le voy a contestar cortito como Karadajian.

No extrememos hasta el extremo del absurdo, recordad –mi bien- que la Gracia supone la naturaleza, no la anula sino que la auxilia y eleva.

Si quiere hacer de pedagogo, empiece por decir las cosas como son; descienda del trono y cambie la voz engolada de tanguero engominado. Que para enseñar no hay peor maestro que la soberbia. O la pedante ignorancia.

Tampoco se haga Osté la lechuza encandilada: que le haya salido un gallito a montarse sus gallinas no quiere decir que los bárbaros asolen Roma.

Ni tampoco juegue al protestón, que lo suyo sabe a lágrimas de cocodrilo de yeso.

Por mi parte, niego sus presunciones: ni arrinconar a Cristo Rey, ni racionalizar la fe, ni sobrevalorar la filosofía griega, ni nada de lo que me endilga sin expreso reconocimiento de Pito Catalán. Que así me bautizaron en este blog.

No macanee con el antisemitismo, no sea niño, señor fraile. Son cosas graves que su ligereza tal vez no vea.

No invente, que en este terreno es lo mismo que mentir.

Sepa fray Dardo que nunca lo tomé por enemigo; es Usted quien anda imaginando molinos que arremeten contra su jumento y su osamenta.

Contradecir, opinar en contra, no es enemistar.

Ahora Osté se larga a pontificar contra mí llamándome católico conservador (yo me diría: conversador) y liberal, y se pone la escarapela tradicionalista. Pero sus dichos no son los de la tradición sino lo que su caletre entiende que sea.

Concluyo con nuestro tema:

1° Existe la natura sin gracia, vea sino el mundo de los pecadores. ¡Los animales! (y no se me ofenda, que no trato de Osté, mi buen fraile).

2° El fin de la política no es salvar las almas, para eso está la Iglesia. La política busca el bien común de un pueblo, ordenado al bien común de las almas. Y acábela ya con el papocesarismo. Lea lo que le explica el secretísimo don FedericoP.

3° Yo no digo otra cosa que lo que Calderón Bouchet dijo; por eso miro la política como legítima actividad y saber del hombre, que es animal político, como dijera el de Aquino con abono en el de Estagira. Y no he hablado de autonomía, que eso es una invención "autonosuya".

4° No reclamo libertad de religión para la política; aspiro a que mire su/nuestra natura. Que si viviera Osté donde yo, vería que la política ayuda a salvar o condenar al hombre.

Por eso me importa la política. Y si lee bien El gobierno de los príncipes, que Osté cita malversándolo, verá que dice que el fin de la política es el bien común (temporal) no la vida bienaventurada.

Por lo demás, el codificado FedericoP le ha dicho un par de verdades, con eso del médico. Que no lo entienda, o no quiera entenderlo, es asunto suyo. Pero las cosas son como son. “Al que nace barrigón…”, dice el pueblo.

Aunque lo sepa hombre mayor de edad, le daría un juvenil consejo sino lo toma a mal: hay dos grandes enfermedades en la vida intelectual que curte Osté como Ió. El primero, ser un gran simplificador. El segundo, ser una gran confusionario. Déjese de jugar a las dos puntas, que esto no es una cueca.