El gobierno de Moscú: el del gran Vladimir Putin, ha prohibido que se llevase a cabo el acto programado por los activistas de Moscow Pride para el pasado 5 de noviembre en la plaza Kudrinskaya, que pretendía recordar a todos aquellos putos; lesbianas y degenerados que fueron detenidos durante el régimen nacionalsocialista (?) por su orientación sexual -de putos, se entiende...- y conducidos a campos de concentración. ¿Lo qué?...
La prohibición se ha formulado en base a la vigente ley que prohíbe informar positivamente sobre relaciones no tradicionales a menores, habitualmente utilizada para impedir cualquier actuación en defensa de los derechos de la trístemente célebre mundialista del lobbie homosexualismo, o la orda de los LGTB.
La prohibición fue comunicada este 31 de octubre, en una decisión que los activistas califican de “surreal” y “absurda”. La intención de la convocatoria, de la misma, según los que se la comen a gritos, era recordar los crímenes (¿cuáles?) de la Alemania nazi contra gays y lesbianas, homenajear a las 100.000 víctimas homosexuales de los campos de concentración y atraer la atención de la comunidad internacional sobre la necesidad de prevenir la comisión de crímenes similares en el futuro. Cuando yo sea presidente de la Argentina le pediré a Putin que me ayude a hacerlos mierda...
Según el fundador de Moscow Pride, el activista -comesaña él-,Nikolai Alekseev: “las decisiones de las autoridades de Moscú se han vuelto cada vez más absurdas, y la prohibición del acto de denuncia de los crímenes de Hitler y el nazismo es una prueba más de ello. Deducimos que el gobierno aprueba de hecho las políticas genocidas de la Alemania nazi”. ¿Y si se van a Alemania a armarle quilombo a la Merkel?...
Moscow Pride está realizando una campaña en defensa del derecho de reunión para la comunidad LGTB. Desde el 21 de octubre al 14 de noviembre presentarán ante las autoridades de Moscú un total de 25 solicitudes para que se autoricen diversos actos en la capital rusa. Hasta ahora ya han sido prohibidas 17 de esas convocatorias (y serán más...). Una de ellas, por ejemplo, pretendía difundir la necesidad de la lucha contra la homofobia en el deporte y la promoción de la tolerancia hacia los atletas homosexuales. O sea a jugar y que te emboquen...
Nikolai Alekseev declaraba su intención de “inundar las oficinas del gobierno metropolitano con las solicitudes de nuestros actos y convocatorias. Todas las prohibiciones serán recurridas ante los tribunales y, si es necesario, ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”. He de suponer que Rusia se cagará de risa y ni pelota que le dará a sus reclamos y le mandarán a sacer chispas a Siberia si sigue rompiendo las pelotas...
Según el putarraco, “las autoridades de Moscú han formalizado de hecho la prohibición total de todas las actividades públicas de la comunidad LGBT. Están usando activamente la ley que prohíbe la llamada propaganda gay para justificar sus actos homófobos”. Y los seguirán usando, pedazo de trolaso...
La fobia de los putos contra el órden Natural en Rusia -y en todo el mundo-, es una reverenda porquería. Es el fomento de la degradación del mundo, pero se olvidan que hay personas decentes que seguirán rechazando sus cochinadas, sea escribiendo y oponiéndose; o metiéndolos en cafúa...