Leemos hoy en Página 12:
“El papa Jorge Bergoglio envió una carta a la Asociación Internacional de Derecho Penal, en la que advierte que “la experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia”.
Debería hablar de religión, pero lo suyo es la mala política.
Bueno, mejor; que en religión es peor.