Resaltemos algunas verdades objetivas que puede constatar cualquiera que no sea un perejil; verdades del tiempo de Maricastaña que, por serlo, al recalcarlas y contrastarlas con hechos del presente no nos hacen incurrir en juicios que no corresponde hacer y son feos pecados y peor espectáculo.
1.- Cristo vuelve, pero antes el Anticristo.
2.- El Obstáculo o Katéjon evita la llegada de la Bestia del Mar, pero si éste es el Orden Romano, puede llegar cuando guste. Tal vez porque ese orden a pesar de sus muchas aristas tiene basamento en el paterfamilias que podría evitar que “rotos los vínculos de familia, amistad, lealtad y consorcio, los hombres no puedan fiarse de nadie”.
“El hombre masa no tiene padres y, en todo caso, la publicidad que lo genera trata con todos los recursos a su alcance de destruir o hacer completamente inocua la responsabilidad paterna”, recordó don Rubén Calderón Bouchet.
3.- Grandes teólogos vieron que la Bestia de la Tierra sería alguien con poder sacro, un obispo o Papa. El Pontífice de la Bestia del Mar o Anticristo.
4.- La Bestia Segunda o de la Tierra, identificada con la religión, deberá administrar un culto para las masas, ser un arengador de todo lo que destruya la singularidad auténticamente humana y de la que está hecho el cristiano, como enseña Castellani en su Kirkegor. Y esto es así porque el Anticristo, el último masificador, necesita terreno propicio (masificado) y a su vez inclinado hacia la Iglesia Católica, que las religiones falsas le importan bastante menos. Necesita de una falsa religiosidad en la Iglesia. No olvidemos que será amado por católicos que perseguirán a sus hermanos creyendo que hacen el bien. La misma vieja chota que se emociona por TV y mueve el culo en misa mientras bate palmas les dará la cana.
5.- Se podrá decir que si es por esto no es necesario masificar más a los bautizados, pero siempre un poquito más le vendrá mejor al Gran Plebeyo.
6.- Por lo pronto la democracia va anclada a la publicidad que enamora a las masas y, ni lerdos no perezosos, Macri, Cristina y Hebe se matan por mostrarse amadores y amados de Francisco. Solo el Perro se mantuvo en sus trece.
Si hasta se dice que el Papa es peronista; peor si radicheta.
Y también es cierto que Francisco hace todo lo que las masas quieren ver. No podemos saber si es sincero o no, pero no cambia nada. Lo seguro es que aguza de lo lindo y tal vez la casualidad o su buena estrella han hecho que no falte un fotógrafo ni cuando se arrodilla en el último banco con ocasión de la misa de los jardineros y ordenanzas vaticanos; y la gente se emociona.
7.- Francisco no es Juan Pablo, para el que quiera buscar parangones. El argentino fuma debajo del agua y corta pelos en el aire. De política sabe más que el Turco. Es listo y requete listo.
8.- No sabemos ni el día ni la hora, pero es obligación de todo cristiano escudriñar los signos de los tiempos (también, Castellani).
9.- Difieren masa devota de pueblo cristiano.
10.- Si mañana ve a uno haciendo grandes portentos bancado por la Santa Sede, por si acaso no se apresuren a creerle, ni se los cuenten a la gente devota. Ni a los mejores vecinos, que serán sus perseguidores. Ojo con “las masas conmovidas por un instante” (y dale con Castellani). Hágase una mochila y dispare para a las montañas, que se viene la maroma, se armó la gorda y cagamos fuego.
11.- Lo poco que sabemos con seguridad y para el corto plazo es que debemos cuidar de los nuestros y de nosotros mismos, siempre cerca de los sacramentos; que el resto no lo vamos arreglar nosotros.
- ¿Quién le pone el cascabel al gato?
- No sé, yo no. Lo seguro es que no me agarran como a músico del Titanic.
12.- Recemos todos por todos, y eso incluye al Papa.
Yo no soy sedevacantista / ni lo quiero ser / porque los sedevacantistas / son para vender. (Cantaba Clemente, que no el Papa, el otro).
PD. 13.- “El pobrismo es a la pobreza evangélica lo que el esnobismo a la aristocracia” (según me dixit hace poco el Capitán Veneno, que entre vino y vino se le da por los aforismos).
Y otra PD. 14.- “La Iglesia se afloja cuando falla la contemplación… La beneficencia no es el fin principal, es un subproducto del apostolado católico; ni siquiera la misma administración de los sacramentos es fin principal, a no ser que sea al mismo tiempo una enseñanza; y no una mera venta de ceremonias mágicas” (Leonardo Castellani, doctor sacro).
Aviso parroquial: si es usté de obispo para arriba y no es la Bestia Segunda, Pontífice del Anticristo, tenga a bien ya no fomentar lo que masifique, eche a los curas novaoleros, barra con el americanismo, basta de misas a go-go y gestos y publicidad sensibles y encantadoras, que la masa siempre fue cosa eminentemente luciferina; pero como movimiento propiciado por la mismísima Iglesia cuaja de plano en el asunto de las ultimidades, la que nos gustaría, si es tan amable, que las vean nuestros bisnietos o mejor tátaras, en todo caso.