Ya de estreno como Cardenal, mons. Mario Poli, ni bien puso sus patas en suelo argentino, se lanzó una "Bergogliada".
O sea que lo mandó Bergoglio: el Sumo Pontífice, a decir que: "Es uno de los grandes temas" (la comunión entre divorciados...), y zángate. Otro quilombete más...
Declaró además: "Es tema del sínodo, que se va a discutir, pero no es un tema que hemos tratado estos días. Es uno de los grandes temas", "Se verá durante el sínodo, por eso [el papa Francisco] lo convocó". Y continuó el energúmeno: "No soy futurólogo. Es un tema pastoral y como tema pastoral hay que encararlo".
En síntesis:
Que todos los divorciados -católicos, o medio católicos (que es mejor...)-, compren vinos y asaditos, puesto que Poli-Rubro les trajo un adelanto de la jaranga que se viene...
Es decir qué: "Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización" serán más signos del Malevo?
Este despelote seguramente que continuará...