verdadero progreso, es la negación de la ciencia, es la destrucción de
la vida, es la extravagancia de la humanidad, es un vértigo de delirio,
es una pura ilusión.
Lo primero que necesita toda filosofía que
aspira a guiar a la humanidad por la vía del progreso intelectual, es
presentar ante la inteligencia humana la verdad que ya se haya
encontrado, no la que se trate de encontrar. LA INTELIGENCIA HUMANA NO PUEDE ENGRANDECERSE SINO
DESENVOLVIÉNDOSE DENTRO DE LO VERDADERO. La filosofía del
progreso debe consistir, no en la investigación, sino en la
demostración, la exposición o el desarrollo de la verdad que ya posee.
La
verdad no se crea, existe para que nos apoyemos en ella; no se ilumina,
ella es la que ilumina; al sol no se le alumbra, él es el que nos
alumbra con sus claridades, que no se crean, se buscan y se las ve,
porque existen.
Hace ya tiempo que se encuentra consignada en la
vida de la humanidad, la historia de la negación; se la reconoce por
estas dos señales: FLAQUEZA DE
INTELIGENCIA y COBARDÍA DE CORAZÓN. NO HAY EN EL MUNDO COSA MAS FÁCIL
QUE NEGAR, NO HABIENDO, COMO NO HAY, NECESIDAD DE HACER NADA PARA
SOSTENER SU NEGACIÓN.
LA
DUDA, es menos insolente y tiene una diferencia con la negación:
LA NEGACIÓN DESTRUYE EL PROGRESO
EN SU RAIZ; LA DUDA SOLO DETIENE EL CARRO DEL PROGRESO.
Todos
los sectarios se encuentran enervados por la duda y la negación, el
orgullo y la ignorancia, con gran facilidad les hace creer que aquella
misma duda y aquella misma negación son para ellos títulos de grandeza
que los distingue del vulgo y sobre él los eleva; llegan a persuadirse
de que el progreso verdadero del espíritu humano consiste en no creer
firmemente en nada, y en no dejar que un dogma, una doctrina o un
principio, encadenen su pensamiento. Todo aquel que niega, no ve, y solo
en su humillación funda su orgullo. La negación deprime y humilla el
entendimiento humano, y se halla respecto a la afirmación, en el mismo
caso que el vicio respecto a la virtud.
Lo que hace que el CATOLICISMO sea progresivo para
las inteligencias, es el ser CERTIDUMBRE
Y AFIRMACIÓN, refiriéndose tanto ésta como la otra cualidad, no
solo al dogma revelado y a las verdades sobrenaturales, sino también a
las verdades esenciales del orden natural. El catolicismo sabe y enseña
que el progreso solo puede consistir en el desarrollo de principios que
estén ya conocidos y plenamente afirmados, y encomienda la guarda
sagrada de los mismos a la conciencia humana, y en nombre del mismo Dios
le encarga que los custodie con fe perpetua e inviolable.
EL CATOLICISMO ENTERO VIVE Y REPOSA EN LA
FUERZA DE SU FE, Y EN EL PODER DE SUS AFIRMACIONES. LA FE GUÍA AL
INGENIO Y EL INGENIO CORONA LA FE. LOS CATÓLICOS POSEEN RAICES
PROFUNDAS, Y PORQUE LAS POSEEN SE VE QUE, A PESAR DE NUESTRA FLAQUEZA Y
MEDIANÍA PERSONAL, SOMOS FUERTES; Y PORQUE SOMOS FUERTES, RESISTIMOS LOS
ATAQUES QUE NOS DIRIJEN Y SOSTENEMOS A LOS QUE VACILAN, CONSIGUIENDO,
CUANDO LLEGA LA HORA DE LAS GRANDES SACUDIDAS, AMPARAR CON EL ESCUDO DE
NUESTRA FE A AQUELLAS INTELIGENCIAS INCIERTAS DE SÍ MISMAS, EN MEDIO DE
LA OSCURIDAD UNIVERSAL.
PARA EL CATÓLICO VERDADERO, LO JUSTO ES SIEMPRE LO JUSTO; EL
DERECHO SIEMPRE ES EL MISMO DERECHO; EL BIEN SIEMPRE ES EL MISMO BIEN; Y
EL MAL ES EL MAL. EL CATÓLICO POSEE AL CATOLICISMO, LA UNIVERSALIDAD DE
LO VERDADERO. El espíritu humano quiere y busca una doctrina que
sea su alimento, no su diversión.
En el catolicismo nunca ha
habido un virtud excepcional, ni una santidad heróica, ni un milagro de
abnegación y sacrificio, que no haya sentado su raiz y no haya tomado su
savia de la doctrina de Cristo. Esta doctrina es madre de sabios,
fecundiza la inteligencia de los hombres ilustres y es la tierra fértil
que produce los grandes hombres. Fencundiza el alma popular y desarrolla
en ella ese talento del pueblo que se llama "el sentido común".
El
catolicismo mata al egoísmo y crea la abnegación intelectual, que es la
expansión del alma, y como el águila emprende su vuelo hacia las
regiones de la luz, y consigue ver resplandecer ante sí, los horizontes
de la verdad; en vez de buscarse a sí propio, huye de sí para ir a
iluminarse con la luz de aquel sol. Tal es el pensador católico.
LA HUMANIDAD PUES, NO ESTÁ LLAMADA A
VOLVER A COMENZAR CADA DÍA SU CAMINO Y A DEVORAR CONTINUAMENTE LAS
DOCTRINAS, LAS OBRAS Y LOS PROGRESOS QUE HIZO EN LA VÍSPERA; PORQUE CON
ESTE SISTEMA SOLO ALCANZARÍA OCUPARSE EN DEMOLICIONES COMO HACE LA FALSA
FILOSOFÍA Y SU HIJA LA REVOLUCIÓN. ¡PEREZCAN, PUES, ESAS DOCTRINAS DE
PROGRESO AL REVÉS, QUE DECLARAN QUE TODO, HASTA LA RELIGIÓN, SE
ENCUENTRA SUJETO A LA FATALIDAD DEL CAMBIO!, NOSOTROS TENEMOS UNA
DOCTRINA PROBADA YA EN PUNTO A SU DURACIÓN, Y NI SIQUIERA HAY NECESIDAD
DE BUSCARLA: ¡VEDLA AQUÍ CENTELLEANDO CON SU ANTIGUO E INALTERABLE
ESPLENDOR! DE 6.000 AÑOS ACÁ, TODO EN NUESTRO MUNDO SE ILUMINA CON LA
LUZ DE ESE SOL, Y COMO EN ÉL HUBO AYER BASTANTE, COMO HOY HAY BASTANTE,
MAÑANA LO HABRÁ TAMBIÉN; PORQUE ESTE SOLO DE LA DOCTRINA QUE NOS
ALUMBRA, CALIENTA Y ATRAE, ES EL MISMO JESUCRISTO...
...Y JESUCRISTO ERA AYER, ES HOY y
SERÁ MAÑANA, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.