Si hay un incendio intencional en una mezquita o en una sinagoga del Primer Mundo, se arma un puterío de la gran puta. Pues bien, unos malandras protestantes de Belfast (Irlanda del Norte) se afanaron ayer una estatua de la Virgen María y la pusieron entre los cajones que van a quemar el sábado en conmemoración de la Orden de Orange. Y no es la primera vez. Como no sé cómo encubrir un link, al que interese puede googlearlo.
Como sea, ningún mass-mierda liberaloide zurdo ha salido a denunciarlo. Si le hubieran tirado una bombita de alquitrán a una mezquita, o le hubieran meado la puerta de la casa a un rabino, estaríamos saturados de editoriales sesudos sobre la intolerancia. Pero bueno, si hasta el Papa Francisco ha dicho que mueren más cristianos hoy que en tiempos de Nerón, qué puede esperarse que pase por una imagen...