Síntomas

Enviado por El Carlista en Mié, 26/11/2014 - 8:29am

Ayer, kirchneristas, tanto en el Congreso Nacional (¡puaj!), como en la Legislatura Porteña (con perdón), presentaron sendos proyectos de ley que pretenden el otorgamiento de sumas mensuales nada despreciables para los travestis de más de cuarenta años.

Según dicen, sería un merecido resarcimiento social.
¿Pero qué es lo que habría que resarcir?
Lo que se pretende es avanzar un pasito más: primero se dice que lo malo es bueno, luego se premia lo malo.

Toda sociedad vive en sus tiempos de decadencia una suerte de esmerilamiento mental que no le permite distinguir demasiado y las exigencias en orden a una relativa comprensión, por mínimas que sean, es como la de las peras y el olmo. Es el tiempo de la masividad definitiva.
Daría la impresión que al voluntariamente soltar la mano de Dios no logran quedar solo en errores de tipo conceptual o doctrinal y poco a poco van desbarrancando hasta no pegarle ni en las cuestiones del más elemental sentido común; y así como existió en la cuna de nuestra civilización el tránsito del mythos al logos, ahora vemos que marcha atrás (no va con doble sentido) el tránsito es de la herejía a la más ramplona imbecilidad.

Lo vemos en la Legislatura, y lo vemos en el Vaticano.
Tal vez con una diferencia: el Vaticano tiene una razón de existir, mientras que la existencia de un Poder Legislativo es per se una estupidez.

Algunos han dicho que el subsidio correspondería, pues son mujeres atrapadas en cuerpos de hombres, de donde se desprende que si no lograron salir fue porque el picaporte les quedó del lado de afuera. Pero aun olvidándonos del lado en que haya quedado la manija, a qué viene eso de la platita.
¿Por qué no me dan a mí 8.000 pesos por mes como subsidio por soportar a mi suegra?
Porque para el caso no parece necesaria la existencia de grandes causas a los efectos de entregar el dinero del panem et circenses. ¿No es el sistema?

¿Se entiende todo esto?
¿Se comprende frente a qué se está cuando se está frente a un legislador?
¿Se comprenden las causas religiosas y solo luego políticas que naturalmente se decantan en estos proyectos de ley?
A veces creo que no, de todos modos da lo mismo. Se comprendan o no, seguirá in crescendo y el desenlace será religioso.