Tanto al tirano le place
hacer de su orgullo ley,
que por deshacer a un REY
un millar de reyes hace.
Por matar a un enemigo
siembra de sangre Belén,
y en Belén, casa del trigo,
no muere un REY, nacen cien.
Y así su cólera loca
no puede implantar su ley,
pues quiere matar a un REY
y corona a cuantos toca.
La furia del mal así
no puede vencer jamás,
pues, cuando me hiere a mí,
estás tu, Señor, detrás.
Estás para convertir
en corona cada muerte,
para decirnos que el fuerte
es el que sabe morir.
Amén
hacer de su orgullo ley,
que por deshacer a un REY
un millar de reyes hace.
Por matar a un enemigo
siembra de sangre Belén,
y en Belén, casa del trigo,
no muere un REY, nacen cien.
Y así su cólera loca
no puede implantar su ley,
pues quiere matar a un REY
y corona a cuantos toca.
La furia del mal así
no puede vencer jamás,
pues, cuando me hiere a mí,
estás tu, Señor, detrás.
Estás para convertir
en corona cada muerte,
para decirnos que el fuerte
es el que sabe morir.
Amén
«Cuando los magos hacen saber a Herodes que ha nacido el Rey, Herodes se altera y, para no perder su reino, quiere matar al recién nacido; y sin embargo, si hubiese creído en él, hubiera podido reinar tranquilo aquí en la tierra y para siempre en la otra vida... Aquellos niños, sin saberlo, mueren por Cristo».
A Ginés González Genocida o Herodes:
Sos un maldito genocida oficial y con licencia para matar criaturas. Por eso espero que se te pudra el cuerpo de a poco acá en la tierra, antes que crepés, así le ahorrás trabajo al sepulturero.