Viva la vida, alegre y divertida

Enviado por Esteban Falcionelli en Mié, 06/05/2009 - 6:51pm

Así cantaba el pibe cuando fumaba “Yerba”; después no tanto cuando aspiraba “Cocaína”; nada cuando el “Paco” lo descerebraba, o lo mataba, y menos cuando el “Éxtasis” lo mató.

Antes todo era ilegítimo; todas la drogas estaban penadas, y todos lo jóvenes muertos –que eran pocos-, eran velados y enterrados por sus padres, seguramente que atónitos ante la sorpresa de un hijo muerto por parte de un traficante. El traficante vendía drogas a riesgo, so pena de ir en cana y pasarse largas temporadas, dado que las sentencias eran, en gran medida, largas.
Hoy, ya derogado el art. 14 de la Ley 23.737 por parte de la Cámara Federal Porteña, Sala 1ª, cualquier muchacho se puede mandar al buche la cantidad que se de la real gana de pastillas de “Éxtasis”, puesto que meter en cafúa a un muchacho por encontrarle 15 pastillas de esa droga; y al reconocer la “el principio constitucional que reconoce la presunción de inocencia”, no es delito sino consumo personal. Claro, el tipo, si se embuchaba las 15 pastillas no lo encontraban ni en la Luna del viaje que se daba…
Las morgues tendrán que llamar a licitación para la compra de bolsas negras para embalar cadáveres, so riesgo de quedar atestadas, sin tener siquiera en donde guardarlos. Mejor “embalados” que amontonados.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se debe estar relamiendo en patota, habida cuenta que esperaban este fallo para despenalizar definitivamente las drogas. Drogas duras y blandas, drogas que matan.
Habrá que tener en cuenta que uno de los culpables de la legalización de la mentada “falopa” es el Juez Eduardo Freiler, quien le entregó en bandeja su fallo a la SCJN.
Así, nos quedamos sin pibes sanos, pero con más muertos, o descerebrados. Un futuro lamentable para todos, puesto que nadie está exento. Nadie.
 
Esto es, obvio, un resumen. La historia completa se podrá leer -en poco tiempo- en cualquier lugar que se les plazca. No realizo la descripción de las drogas porque no existe ser humano que no sepa lo que son. Así para algunos les guste, o para otros les enferme: que lo busquen en el diccionario.